Acuñado en 1991, el Internet de las cosas ( IoT ) se refiere a la idea de que todos los objetos del mundo son identificables, rastreados y conectados a Internet. Si todos los objetos pudieran identificarse y rastrearse, las empresas podrían fabricar productos de manera más eficiente, ya que sabrían cuánto inventario tienen disponible y qué deben solicitarse. Las personas pueden encontrar lo que necesiten de forma muy rápida y sencilla, simplemente ejecutando una búsqueda en Internet de las cosas y localizando el elemento o la persona que necesitan. El mundo cambiaría para siempre y, para la esperanza de muchas personas, mejoraría.

La primera tecnología considerada como el comienzo de la Internet de las cosas fue la RFID. Los dispositivos con RFID tenían un identificador único y podían rastrearse como el inventario. Los sistemas informáticos pueden identificar dónde se encuentran los dispositivos RFID, dentro de un rango de distancia específico. Los sistemas de seguridad a menudo utilizan dispositivos RFID para rastrear a los empleados en edificios o equipos en almacenes y pueden proporcionar un mapa virtual de todo en un edificio o almacén.

La gente imagina el futuro, el Internet de las cosas, como un lugar donde incluso las personas podrían ser identificadas de manera única por algún tipo de dispositivo o chip de computadora. Puede proporcionar un mundo más seguro, pero también podría crear una paranoia más grande, donde las personas piensan que están siendo observadas. A medida que la tecnología avanza y se reduce en tamaño, el Internet de las cosas no está muy lejos y podría estar más cerca de lo que pensamos.

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